Who watches the Watchmen?

Ahora va a resultar que algún iluminado se ha empezado a empercatar de que el gobierno de la nación (de la de ahora) utiliza un sistema de escucha telefónica sin prestar mucha atención a lo que debería ser el derecho civil y la privacidad individual y ciudadana. Y yo, que soy malpensante por naturaleza, me pregunto para qué leches compra un gobierno de la nación (de la de antes) un artilugio como SITEL si no es para escuchar de manera sibilina lo que se dice en corrillos y a sotto voce. Que sí, que lo maligno no es el aparato en cuestión, sino quienes lo manejan, pero cuando a los mandos está la clase política de la nación (de ésta, la de ahora y la de antes) la garantía de un uso ético de semejante cotilla electrónico vale lo que un pagaré a dos años de un constructor de la especie de los leonados, como los buitres.

Los gobiernos de las naciones (de ésta, de las otras, de las de ahora y de las de antes) han utilizado desde siempre sistemas de escucha telefónica, rastreo de correos electrónicos y hasta habrán cacheado a alguna paloma mensajera con cara de sospechosa en aras de la seguridad general, y con ese mismo propósito, han mantenido en secreto sus métodos hasta que ellos han decidido hacerlos públicos, lo que indefectiblemente conduce a la conclusión de que al final sólo sabemos lo que los hombres de negro quieren que sepamos. Por si acaso, y con el fin de contribuir poniendo mi granito de arena en esta psicosis conspiranoica, yo ya he chequeado si tengo el móvil pinchado siguiendo las instrucciones que publicó la revista Época el pasado mes de julio. Marcas *#06# y si te sale el número de serie del aparato es que nadie se ha interesado por tu miserable vida. Aunque igual todo es una estrategia para que el móvil quede desprotegido una vez marcada la secuencia en cuestión, o peor aún, autopinchado y con envío automático de la conversación a la redacción de Sálvame, donde pequeños aprendices de Karmele salivan escuchándote decirle a tu madre que lo del forúnculo en el culo va mucho mejor que antesdeayer.

Y tú, ¿de verdad no vas a marcar la maldita secuencia?

(Como siga así, acabaré escribiendo la séptima temporada de LOST del tirón)

2 comentarios:

J.Lorente dijo...
25 de noviembre de 2009, 2:51

En fin, otro Circo como el de la Gripe A, que mata menos gente que una Gripe convencional y nos la han vendido con envoltorio de Pandemia Apocalíptica. Si ese Circo iba dirigido a los Hipocondríacos, este otro va dirigido a los Paranóicos. Ya no sabe qué hacer el Gobierno para desviar nuestra atención hacia cualquier gilipollez, mientras a nuestro alrededor pasan cosas importantes que nos la traen floja.

Pues la verdad, queridos lectores de mi Amigo... A mí lo que me la trae bastante floja es que cualquiera pueda escuchar lo que hablo por teléfono. Como mucho conseguiría perder el tiempo.

¿Cuál será el próximo Circo?

Saludos a todos.

Anónimo dijo...
26 de noviembre de 2009, 13:31

El espía que me espíe a mí se va a aburrir mucho. Su trabajo será tan inútil como el de los troyanos que recibe mi portátil. Creo que los que tienen que estar preocupados son los que SÍ tienen algo que ocultar.

Creo que estas dos bandas de acomodados (bipartidismo lo llaman) se tiran los trastos a la cabeza constantemente pero no cogen el toro por los cuernos, no legislan, ni los unos ni los otros. ¿No sería más fácil ponerse de acuerdo en cuestiones de interés nacional?. Pues no.

Yo tengo la sensación de que los ciudadanos vivimos en un País de países distinto al que viven esa gentuza.

…Y sí, inevitablemente, a mi parecer, caminamos hacia un gran hermano del mundo mundial.

PD. Un furúnculo en el culo es muy muy jodido, lo se por oídas, conste.