¡Al abordaje mis valientes!


He querido dejar pasar un par de días antes de escribir sobre el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo. Para empezar, me reconozco agnóstico en cuanto a política se refiere. En palabras menores, soy de “si no lo veo, no lo creo”, y en mayores, recelo de la democracia y por ende de cualquier sistema que decida lo que es mejor o peor en función de la cantidad de adeptos de la propuesta. Puede que este trauma de mi juventud tardía me venga dado porque he nadado en algunos ámbitos de mi vida a contracorriente las más de las veces, o porque no creo en la gente más allá de las personas. La democracia es el sistema más justo, indudablemente, para aquellos que son mayoría.



Después de esta entradilla perfectamente prescindible y centrándome en lo que ocurría en esas preciosas cajas de metacrilato (que no de Pandora. O sí.) el pasado domingo, la primera conclusión que me asalta es la de que la cosa está jodida. El partido gobernante corrió, poco después de las diez de la noche y usando como médium a la planetaria Leire Pajín, a esconderse detrás de un discurso previsible, escrito con seguridad hace varios días, y vacío de autocrítica y responsabilidad. La crisis, la misma que antes no existía y era impronunciable una vez se flanqueaban los leones y se empezaban a subir las escaleras del Congreso, ahora es la panacea que todo lo explica, incluyendo el batacazo (sí, batacazo porque lo sufre quien ganó con holgura las elecciones hace tan sólo 15 meses) socialista. Lo que no aclaró la Sra. Pajín (ni, por supuesto, la Vicepresidenta Primera, que notablemente azarada esquivaba regularmente –por lo regulero y por la regularidad con la que lo hacía- las preguntas de la rueda de prensa) es por qué otros países europeos igualmente azotados por la crisis, como Francia, Alemania o Italia, veían cómo los partidos que los gobiernan se veían respaldados en mucha mayor medida que el ejecutivo español. Al Sr. Presidente no lo vi por allí. Cosas de imagen y eso.



Las hordas populares, mientras tanto, lo celebraban por todo lo alto en la calle Génova, entre albricias, alboroto y banderas de España. Vamos, como la Champions del Barça, excepto por las banderas (de España). Desde el balcón, Rajoy se inflaba como un globo mientras en sus ojos se adivinaba el mismo brillo que tenía Transfer, el zorro cabrón que le puso las peras a cuarto a Willy Fog durante 39 días (que sí, que fueron 39 porque viajaban en dirección a la salida del sol y bla bla bla). “Lo tengo a huevo” debió pensar. Igual luego se dio cuenta de que sus resultados eran PEORES que en los anteriores comicios europeos y que, con la que está cayendo, ganar de penalty injusto en el último minuto sólo da gustirrinín en el fútbol, y en política hace falta jugar bien para llevarse algún título.



El resto de los grupos políticos a concurso hicieron un papel más que digno, considerando el ostracismo al que han estado condenados en portadas de diarios nacionales y titulares de telediarios. En una sociedad lamentablemente maniqueísta es complicado ser el tercero en discordia, más cuando son varios los terceros.



En fin, que lo único positivo ha sido el escaño del Partido Pirata Sueco. Hay que joderse que tengan que llegar los piratas a salvarnos de los ladrones.



Nota: No quería dejar pasar las declaraciones de Carlos Fabra, dirigente del Partido Popular castellonense, en las que mantiene que a los españoles no les importa si él o Camps son culpables de los delitos que se les atribuyen. Señor Fabra, si se demuestra que es usted culpable y que me ha robado a mí, a mi familia, a mis amigos y al resto de españolitos que pagamos su pingüe sueldo, no sólo me importará, sino que me satisfará enormemente verle en la cárcel.

10 comentarios:

Javier dijo...
10 de junio de 2009, 9:59

A colación del último punto sobre Fabra:
Realmente cuando en sus localidades, salen reforzados, entre aplausos de los juzgados y con expresiones como está última, a veces hay que pensar que algunas (o muchas?) personas SÍ les da igual si son culpables o no. Eso si es un problema. Lo extraño es que sí haya votos de castigo para algunos y no para otros.

Saludos

Anónimo dijo...
10 de junio de 2009, 15:36

“Así es la cosa y así se la podemos contar”.
Lo que ha ganado es el abstencionismo. Las pajas mentales o matemáticas para éstos profesionales del mamoneo, para ellos que yo sigo mis “dictámites” (nótese).
El desarrollo de esa campaña electoral podría pasar a la historia como la “del tu más” o “yo menos”, jajajajaja, y ganan 10000 pavos al mes (o +).
Las albricias y alborotos se producen, incluso, por una cerilla. ¿Intoxicación de LSD planetaria?. ¿Eres tontolculo?, ¿Alguien lo pensó?...¿Ta´mos flipaos?.
Yo creo que NO TENEMOS LO QUE MERECEMOS.
Es un baile de números. (leerás).
A veces preferiría ver muertos –y cenar setas sin ver a Jordi González- .
J, gracias por tu trabajo.
(Siento no poder ser más claro, ¡ como solo tengo un (1) “seguidor”! ….jajajaja. Gracias).
J, “de culto”, ¡a por ellos! – los tontolculos- .

Anónimo dijo...
10 de junio de 2009, 20:42

Parafraseando a Necronomicón (permítame, amable caballero), yo también creo que no tenemos lo que nos merecemos,ea!

Del señor J mejor ni comento, que luego todo se sabe, auque...lo siento, no me puedo quedar con las ganas: si fuera tu editor te cogería de las orejas ( hay que ser fisnos por estos lares, que los carga el diablo) y no soltaría hasta ver otra entradita sorpresa como la de hoy. Ahí dejo la idea. Si el editor se da por aludido...

Me ha encantado esta entrada. Grancias.

Theo dijo...
12 de junio de 2009, 10:16

Lamentablemente, la frase de Fabra está certificada por el apoyo que ha recibido en Valencia un partido con más imputados que afiliados. Los votantes somos cómplices de lo que hacen nuestros elegidos, lo mismo en Marbella que en Hernani, y no vale eso tan ibérico de rasgarse después las vestiduras y de insultarles a la puerta del juzgado. España es corrupta toda ella, y que haya un tío con cojones que robe y no le pase nada es lo que nos ha gustado siempre, desde los pícaros hasta Fabra pasando por José María el Tempranillo y otros bandoleros. Esta semana tengo ganas de bajarme de este país en cualquier sitio, la verdad.

Saludos!

Luna Roi dijo...
15 de junio de 2009, 18:16

Va a ser por lo del metacrilato... siempre recuerdo una escena de Woody Allen en la que se encuentra con untipo en el infierno y le pregunta por qué está allí: 'inventé el metacrilato...' dice él.

No nos extrañemos: la derecha siempre vota por lo mismo. Son siglos amasando fortunas a costa del dinero de los siervos primero, de los desheredados después, ahora de los ciudadanos...

Diamante de sangre dijo...
16 de junio de 2009, 22:23

Jeje, me uno a si no lo veo no lo creo, jeje.
Muy buen artículo, sin pelos en la lengua.
Un saludo

Valentina. dijo...
17 de junio de 2009, 13:54

Nos lo merezcamos o no esto es lo que hay entre la clase política, mucha mediocridad.
Por otra parte me parece que también la sociedad en la que vivimos lo es, así que... de dónde salen los políticos más que de la sociedad?. Pues eso.

Un saludo.

J. dijo...
17 de junio de 2009, 20:22

Javier: Tal y como está el patio, los votos no son de castigo, sino de premio inmerecido.

Necronomicón: No, no tenemos lo que nos merecemos. Yo estoy por empadronarme en Italia ;)

Anónimo: Shhh... si mi editor se entera de que ando contestando comentarios en lugar de hacerlo rico, me sacará la piel a tiras...

Theo: Es jodido bajarse de un país que ya está tan ABAJO.

Bellaluna: Sólo somos simios con móviles 3G. Nada nuevo bajo el sol.

Pitusa38: ¿Pelos en la lengua? jejeje. Siempre me gustó esa expresión. Muchas gracias.

Valentina: Como el clásico debate televisivo, ¿somos nosotros los que producimos esta clase política o es al revés?

Gracias a todos por comentar.

Zurda dijo...
18 de junio de 2009, 11:50

Lo que hay que hacer es dejar de votar siempre a los mismos, que no tienen como programa electoral otra cosa que no sea atacar a los contrarios y gritar sus malas elecciones.

Deberíamos votar todos a los partidos menos comunes, para que ahí arriba se den cuenta de que algo no funciona.

Francisco José Peña Rodríguez dijo...
8 de julio de 2009, 15:17

Lo de Fabra es de juzgado de guardia... entre los unos, que roban por huevos, y los otros, que roban por cojones, la que nos ha caído y cierto es que no tenemos mas que lo que nos merecemos.