Start spreadin' the news, I´m leaving today. I want to be a part of it...


Hoy le toca a Bunbury. Para los que os guste leer teatro, aquí tenéis en .doc la obra de Oscar Wilde "La importancia de llamarse Ernesto", de donde Enrique adoptó el nombre de Bunbury. La lectura de una obra dramática es complicada y tediosa, así que allá vosotros. Es como querer disfrutar de un árbol mirando una semilla. Si además esta lectura se lleva cabo con la participación de la pantalla de un ordenador, pasamos a querer disfrutar de un árbol mirando la foto de una semilla. En cualquier caso, su representación escénica es totalmente aconsejable, por mal dirigida e interpretada que esté. Ya hablaré en otro momento de teatro, de Enrique Bunbury, de Baudelaire, de Jim Morrison o de todos juntos. Ahora voy a intentar extirparme esta maldita canción. Después... después me espera Nueva York.



"Me calaste hondo
Y ahora me dueles...
Si todo lo que nace,
Perece del mismo modo,
Un momento se va
Y no vuelve a pasar.
Y decían qué bonito
Era vernos pasear,
Queriéndonos infinito
Pensaban -"siempre será igual".
¿Cómo lo permitimos?
¿Qué es lo que hicimos tan mal?
Fue este orgullo desgraciado
Que no supimos tragar.
Y engáñame un poco al menos,
Di que me quieres aún más,
Que durante todo este tiempo
Lo has pasado fatal
Que ninguno de esos idiotas
Te supieron hacer reír,
Y que lo único que te importa
Es este pobre infeliz.
Me calaste hondo...
Y el día que yo me muera,
Y moriré mucho antes que tú,
Sólo quiero que una pena
Se llore frente a mi ataúd.
Que esta herida en mi alma
No llegó a cicatrizar,
Y estará desesperada
Hasta que te vea llegar.
Me calaste hondo...
Un momento se va y no vuelve a pasar
Un momento se va..."

0 comentarios: